La construcción de la esperada Línea F del Subte de la Ciudad de Buenos Aires avanza con un notable interés del sector privado. Según fuentes oficiales, más de 20 empresas, tanto locales como de alcance internacional, han manifestado su intención de participar en el proyecto. Firmas de la talla de Alstom, Siemens Mobility, Techint y Acciona figuran en la lista de potenciales competidoras por los contratos de obra civil, material rodante y equipamiento electromecánico.

El proyecto, que ha enfrentado diversas postergaciones desde que su traza fue establecida por ley en 2001, parece estar finalmente en marcha. La obra se ha concebido para ser ejecutada en dos etapas, con la posibilidad de futuras ampliaciones, lo que le otorga una gran flexibilidad y escalabilidad. La decisión de dividir el proyecto en fases busca optimizar los recursos y agilizar los tiempos de construcción de este crucial eje de transporte.

Con la elaboración de los pliegos ya adjudicada, la Ciudad confía en convocar a la licitación formal antes de que finalice el año. Este paso clave permitirá dar inicio a un proyecto de infraestructura vital para la movilidad de los porteños y un claro reflejo del compromiso por expandir la red de subte, aliviando la congestión en las zonas más transitadas de la capital.