A pocos meses del traspaso de las líneas de colectivos de Nación a la Ciudad, el gobierno porteño lanzó una nueva etapa de su plan de movilidad, con el objetivo de que para 2027 el 30% de la flota esté compuesta por unidades impulsadas con energía limpia. La resolución 2025-111 establece que desde ese año no podrán adquirirse colectivos a combustibles fósiles. Mientras tanto, las empresas avanzan en la renovación de unidades y el reemplazo de trazas ineficientes, lo que ya permitió un ahorro estimado en $14.000 millones anuales.
En paralelo, se anunciaron dos líneas de TramBus —vehículos eléctricos de gran porte— que recorrerán ejes estratégicos como la Costanera hasta Pompeya (T1) y de Nueva Pompeya hasta Belgrano (T2), con obras previstas para comenzar en 2026. Además, se ampliaron recorridos hacia barrios populares y se implementó un sistema multipagos, cámaras de seguridad y asistencia inteligente al conductor. El Ministerio de Movilidad busca acelerar el cumplimiento de los compromisos climáticos de la Ciudad en línea con el Acuerdo de París.
Otra obra destacada es la línea F de subte, cuyo primer tramo unirá Barracas y Balvanera con una inversión estimada en US$ 1.050 millones. Ya se preadjudicó el diseño técnico y más de 30 empresas manifestaron interés, entre ellas el conglomerado surcoreano Samsung. Desde el Ejecutivo porteño confirmaron que antes de fin de año se abrirá el proceso de licitación. “Es una oportunidad estratégica para transformar la conectividad urbana”, destacaron desde el entorno de Jorge Macri. |