La prueba piloto para el regreso del público visitante se desarrolló sin inconvenientes. Tanto en Lanús, donde se enfrentaron Lanús y Rosario Central, como en Córdoba, donde los hinchas de River llenaron el estadio Mario Alberto Kempes, se vivieron jornadas tranquilas. Sin embargo, este resultado favorable no convenció a las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires ni a los clubes que operan en la capital: tras una larga reunión entre la AFA y el Ministerio de Seguridad local, se anunció que no habrá partidos en 2025 en los que los simpatizantes puedan asistir a estadios rivales.
El cónclave reunió, por un lado, al presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, al abogado de la institución, Andrés Patón Urich, y al presidente de Excursionistas, Javier Méndez Cartier. Por otro lado, estuvo presente el secretario de seguridad de CABA, Maximiliano Piñeiro, junto al subsecretario de seguridad en eventos masivos, Juan Manuel Castrilli. En la reunión se estudiaron diversas alternativas, pero se llegó a la conclusión de que, por diferentes razones, no será viable implementar la medida en esta jurisdicción. La principal objeción proviene de los equipos grandes: Boca y River tienen todo el estadio vendido y no están dispuestos a ceder entradas a otros aficionados en detrimento de sus propios seguidores.
La Ciudad sí especificó que podría seguir albergando partidos de Copa Argentina con ambas hinchadas en estadios que tengan alambrados. El caso más a mano es el Nuevo Gasómetro. Y se arregló hacer un relevamiento de todas las canchas de Primera para marcar deficiencias a corregir si es que en un futuro la medida de no innovar se levanta y se vuelve a jugar con dos hinchadas. Obvio, todo el plan que se postergó hasta el año próximo sólo hace referencia a la Primera División. El Ascenso no tiene ninguna chance de tener público visitante. |