Tras un prolongado silencio durante la campaña, María Eugenia Vidal volvió a expresarse públicamente sobre la situación del PRO y su rol en el nuevo escenario político. La exgobernadora bonaerense, que abandonará su banca en Diputados el próximo 10 de diciembre, había decidido no intervenir en el debate electoral para no perjudicar a los candidatos de su espacio, aunque dejó en claro su desacuerdo con la alianza con La Libertad Avanza.

En un mensaje difundido en sus redes sociales, Vidal celebró que “el país no haya caído en una profunda crisis” tras el resultado electoral, pero reconoció su “tristeza” por la ausencia del PRO en gran parte de las boletas del país. “Hace veinticinco años que estoy en el PRO, y me hubiera gustado ver ese amarillo en muchas boletas únicas de la Argentina”, señaló, en una clara alusión al debilitamiento del sello que ayudó a fundar.

Pese a la autocrítica, la dirigente se mostró esperanzada en una etapa de diálogo y consenso. “Ojalá esta vez el Presidente se abra al diálogo, cambie el rumbo e impulse reformas largamente prometidas -tributaria, previsional y laboral-”, expresó, y añadió su deseo de que el gobierno “convoque a los mejores, sin importar de qué partido sean, para consolidar el camino al cambio”.