En el marco de las celebraciones navideñas, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desplegó más de 30 puestos estratégicos de control de alcoholemia, realizando un total de 5.394 testeos hasta las primeras horas de la mañana. De estos, solo 30 resultaron positivos, lo que representa una tasa de positividad del 0,47%. Esta cifra marca una notable mejora respecto al año pasado, cuando con una cantidad similar de controles (5.399) la tasa fue del 0,83%, cayendo así a la mitad.

Los conductores positivos enfrentaron la retención inmediata de sus licencias, con 11 casos superando el gramo por litro de alcohol en sangre y el dosaje más alto registrado en 1,74 g/l. A lo largo del año, la Ciudad ha efectuado más de 470 mil controles en todas las comunas, manteniendo una tasa general de positividad del 0,97% y reteniendo alrededor de 4.300 licencias, en línea con una política de prevención que busca reducir los siniestros viales relacionados con el alcohol.

Estos operativos, que incluyen la metodología “embudo” recomendada por la OMS para mayor efectividad, se complementan con sanciones estrictas y cursos obligatorios de educación vial. Las autoridades destacan que uno de cada cinco siniestros fatales involucra consumo de alcohol, reforzando así la importancia de estos controles durante las fiestas para promover una conducción responsable.