El ministro de Seguridad de la CIudad, Waldo Wolff, se refirió a las cuatro fugas de presos en las Comisarías durante los últimos 15 días que pusieron en alerta a funcionarios, policías y vecinos.
Aunque en este caso el dilema es complejo: “La solución es política. Que se lleven a los presos. Que tome conciencia el gobierno nacional que se tiene que hacer cargo de esto y rápidamente retrotraerlo a niveles y parámetros de seguridad estándar”, afirmó Wolff.
Y agregó: "Quien se debe llevar los presos es el Servicio Penitenciario Federal, que depende del gobierno nacional y que debería resolver un problema que comenzó en 2020, en plena pandemia, cuando la administración de Alberto Fernández decidió dejar de recibir en las cárceles a detenidos de la ciudad de Buenos Aires. Eso llevó a que hoy, en las 70 comisarías y 34 alcaidías porteñas haya 2.200 presos, mientras que el distrito está habilitado para tener 1.000, menos de la mitad. La situación llevó a que el año pasado se fugaran 40 detenidos. Y hoy se agravó, paradójicamente, por una noticia positiva: como consecuencia de nuestra política de detenciones más activa, hay un 20% más de presos". |