Frente al paro convocado realizado el lunes por la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS) de la Ciudad de Buenos Aires, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, reiteró su rechazo a la medida de fuerza y propuso como solución final "declarar la educación como servicio esencial".
Pese a la baja participación en la huelga, la funcionaria del Gobierno porteño se mostró ofuscada por el nuevo paro docente en el inicio del segundo tramo del ciclo lectivo tras el receso invernal y enfatizó que “la educación, tanto como la salud, como el transporte, es un servicio que no puede parar".
“Nosotros tenemos que declararla un servicio esencial, después garantizar que la escuela esté abierta, que los chicos puedan estar en la escuela, que haya alguna actividad pedagógica”, agregó Acuña, que cuestionó: "Es una señal como sociedad, también, ¿en qué momento la educación pensamos que no es un servicio esencial?".
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