“A la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, no le quedó otra que salir a jugar sino quería perder todo”. Esta frase puede explicar sucintamente la decisión que tomó, los primeros días de febrero, Lilita, cuando anunció su precandidatura a presidenta para competir en las PASO de Juntos por el Cambio (JxC). "A Carrió la estaban dejando de lado en las grandes decisiones y no le quedó otra que postularse para negociar con algo de poder. Ahora para bajarla, le van a tener que dar algo y lo que Lilita quiere es que la Coalición siga teniendo lugares de pesos en las listas para el 2023, entre otras cosas", le dijo a DataCiudad el dirigente de la CC.

Y eso quedó claro el día que anunció su candidatura: “Es un problema del PRO, no nuestro. En la Coalición Cívica va a haber candidatura y la candidata voy a ser yo. El radicalismo va a tener candidatos, por ahora Gerardo Morales. Y el PRO va a resolver. Lo importante es que tengamos unidad en legisladores nacionales y provinciales”, dijo en ese momento.

“Yo soy candidata para garantizar la unidad: no pretendo ganar, pretendo que no haya un debate a muerte que termine perjudicando las posibilidades de Juntos por el Cambio”, explicó la chaqueña.

Antes de lanzarse, Carríó se acercó mucho al gobernador jujeño y presidente de la UCR, Gerardo Morales, para fortalecer la alianza del radical con el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Lilita estaba de acuerdo con la idea de Larreta de que el radicalismo apoye su candidatura y de que Morales fuera el vice de Horacio. Para Carrió había que fortalecer la postulación de Larreta para que no crezcan Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

Pero a pesar de ser aliada de Larreta, su poder de decisión dentro de la mesa chica había disminuido. Al no ser candidata y no tener ningún candidato de peso, la CC comenzaba a ser relegada y a perder lugares. Por eso, a Lilita no le quedó otra que lanzarse. Sabe que desde ese lugar puede negociar con mayor fuerza las listas en todo el pa{is y en especial las nacionales en Ciudad y provincia de Buenos Aires y la de legisladores porteños.

En la Cámara de Diputados, Carrió pone en juego seis escaños. A los diputados Maximiliano Ferraro, Mariana Zuvic, Laura Castets, Mónica Frade, Rubén Manzi, Leonor Martínez Villada y Mariana Stilman se les vence el mandato este año. La intención de la CC es conservar esas bancas y crecer. Lo mismo sucede en algunas legislaturas provinciales y Concejos Deliberantes. Por ejemplo, en la Legislatura bonaerense, la Coalición Cívica pone en juego dos senadores y un diputado (por la Sexta, Segunda y Primera Sección electoral). Y en la Legislatura porteña, de cuatro legisladores que tiene pone en juego dos, o sea, la mitad.

"Si no se lanzaba se la comían y termina perdiendo buena parte de legisladores que tiene. Eso estaba claro. No tenía poder de fuego y negociaba desde un lugar de debilidad. Por eso, ahora pretende ser escuchada en la toma de decisiones e influir también en la estrategia electoral y de campaña de JxC", cerró el político de la CC.